1. LA AUTOESCUELA
La elección de la autoescuela es muy importante. Hay que fijarse, como no, en horarios, precios, disponibilidad, etc. pero no hay que olvidarse de la calidad de las clases y del trato recibido ya que la estancia tiene que ser lo mejor posible para que tengamos interés por ir y ganas de aprender.
2. CLASES TEÓRICAS
Son muy importantes. Aunque pueda dar pereza o te puede parecer que es una perdida de tiempo, se avanza mucho más asistiendo a las clases teóricas porque aprendes el porqué de las cosas . Olvídate de esa leyenda urbana que dice que los test son suficientes para presentarte al examen. Hay que tener muy claro lo que nos explican, porque de eso va a depender la seguridad de muchas personas.
3. DE MEMORIA, NO
Es imposible aprenderse de memoria todos los test que se disponen en las autoescuelas, calcula unos 90 test con 30 preguntas cada uno son unas ¡2.700 preguntas!. Memorizar un test no tiene sentido porque no se tiene la base para conducir un vehículo. Es demasiado serio como para tomárselo a la ligera. Y recuerda que el objetivo de los test es para ensayar exámenes, no para estudiar y aprender.
4. SIN PRISAS
No hay que ponerse fechas para los exámenes. Cada uno tenemos un ritmo. Cuando se tenga todos los conceptos claros y en los test se demuestren los conocimientos aprendidos, entonces podremos pensar en una fecha para presentarnos. Hay alumnos que consiguen en 2 semanas prepararse, pero otros necesitan 2 meses o, a veces, incluso más.
5. TRES FALLOS
En el examen teórico se permiten 3 fallos en 30 preguntas . No existen las temidas preguntas trampa. No se va a pillar a nadie, no es la política de la Dirección General de Tráfico ( DGT ). Si tenemos los conceptos claros y leemos todo bien, pregunta y respuestas, no tendremos ningún problema.
6. CLASES PRÁCTICAS
Las clases prácticas son para aprender a conducir , no solo para aprobar el examen. Hay que tener claro lo que conlleva conducir un vehículo, tenemos una responsabilidad enorme y hay que hacerlo lo más seguros y concienciados posible. No se aprenden trucos para aprobar. Un examinador valora si percibes los riesgos, te anticipas, mantienes la distancia adecuada…
7. EL EXAMEN
Cuando ya tengas una seguridad al volante, entonces, podrás poner fecha a tu examen práctico. El concepto de ‘doy cuatro clases y me presento a examen’ es un error. Ir así no sirve. Tienes que saber circular y percibir riesgos para poder evitarlos.
8. LOS NERVIOS
Los nervios son muy normales el día de cualquier examen, pero hay que controlarlos . No aportan nada. Antes de empezar hay que respirar profundo y concentrarse en lo que ya has aprendido y las instrucciones del examinador. Las instrucciones son claras y se dan con suficiente antelación.
9. COMODIDAD
Al empezar el examen, siéntate correctamente , que llegues bien a los pedales y veas por los retrovisores.. La ergonomía es fundamental para afrontar la prueba con garantías. No te olvides de que tienes que llevar el cinturón abrochado. Y recuerda que, antes de arrancar el motor, el examinador puede hacerte alguna pregunta básica del vehículo: dónde se echa aceite al vehículo, por dónde se carga el combustible o cómo se comprueba la presión de los neumáticos.
10. SIN TRAMPAS
No hay rutas de examen establecidas ni preguntas trampa. No se persigue eso ni en la enseñanza en la conducción ni en los exámenes.